Como
ya hemos dicho anteriormente somos dos tercios agua y el agua que guardamos en nuestro cuerpo
ha recorrido un largo camino para llegar hasta ahí.
El
agua que bebemos ha formado parte de los océanos más profundos del planeta. En cada
vaso hay gotas que hemos compartido con los animales. Cada vez que bebemos nos
unimos a ellos como parte del ciclo interminable del agua que ostenta nuestro
mundo. Ahora mismo hay 12.000 billones de toneladas de agua concentradas en la
atmósfera y circulando por el globo.
Lo que hace especial al agua es su composición
química, dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, que se unen para formar una
molécula de agua. Gracias a esta estructura, pueden unirse a otras moléculas de
agua mediante fuerzas eléctricas conocidas como enlaces de hidrógeno, que son
los que le confieren sus propiedades tanto físicas como biológicas. Además, es
la rotura de éstos la que da lugar a los cambios de estado.
Una
gota de agua se evapora por calor y
asciende hacia la atmósfera, se condensa y forma las nubes. Cuando éstas se
enfrían y se acelera la condensación, las pequeñas gotas de agua se unen para
formar otras de mayor tamaño que terminan por precipitarse a razón de su elevado peso.
Se
creía que las gotas se fragmentaban a medida que caían por causa de las
complejas interacciones entre ellas, pero
un estudio llevado a cabo por la Universidad Aix-Marseilla (Francia) reportó
que esto no es cierto, que la reducción de tamaño que sufre una gota desde que
cae de una nube hasta que llega al suelo, es debido a que cuando las grandes gotas alcanzan una
velocidad de 10 metros por segundo en su
caída, se rompen por resistencia al aire.
Una
vez en el suelo, el agua por infiltración o por escorrentía se une a grandes corrientes
de la misma dando lugar al arrastre de sedimentos geológicos o formando
acuíferos.
Como
consecuencia del proceso de fusión se produce el deshielo debido a que la
temperatura aumenta, mientras que si se produce una disminución de la
temperatura (por debajo de 0ºC) el agua se congela. Si esto último ocurre en
una nube, la precipitación se dará en forma de nieve o granizo.
Este
proceso se repite una y otra vez dando lugar a las diferentes formas de vida en
los distintos lugares de la tierra.
Sabela Benlloch
Sabela Benlloch
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